Puede haber riesgos asociados con cualquier ensayo clínico y también puede haber muchos beneficios potenciales para los participantes. Contribuir al conocimiento y ayudar a los niños en el futuro suele ser un motivador para los padres e incluso para los niños.

En los ensayos clínicos relacionados con el tratamiento, los pacientes pediátricos que participan a menudo obtienen acceso a tratamientos de vanguardia antes de que estén ampliamente disponibles.

Los niños y las familias informan que su conocimiento y comprensión de su propia salud y sus condiciones de salud mejoran con la participación en ensayos clínicos.

Cuando los pacientes pediátricos tienen la oportunidad de participar en ensayos clínicos, sus familias obtienen un conocimiento más profundo de la afección de su hijo y de cómo tratarla. También forman relaciones más sólidas con su médico, lo que puede resultar en una mayor retención de pacientes. Además, los pacientes y las familias pueden conectarse con personas con desafíos similares.

Referir pacientes elegibles a ensayos clínicos y ser socio en investigaciones puede ser una experiencia muy positiva para los proveedores.

La participación en ensayos clínicos permite a los proveedores de atención médica mantenerse a la vanguardia de la medicina y brinda oportunidades para colaborar y establecer contactos con otros profesionales de la salud de todo el estado y el país.

Los datos de los ensayos clínicos se basan en evidencia, en lugar de basarse únicamente en las experiencias personales de un profesional de la salud individual. Cuando un médico participa en un ensayo clínico médico, puede utilizar esta información objetiva para pensar críticamente sobre el plan de atención de cada paciente y tomar decisiones de tratamiento basadas en datos.

Los proveedores de atención médica que participan en un ensayo clínico pueden sentirse orgullosos de saber que contribuyeron directamente a nuevos conocimientos médicos y a la mejora de los estándares de atención de la industria.